Es esencial mantener tus extensiones hidratadas para evitar que se vuelvan secas y sin vida.

Lava el cabello y las extensiones con champú y acondicionador suaves. Evite el uso de productos que contengan sulfatos y parabenos, ya que pueden dañarlas

Péinalas con un cepillo de cerdas suaves y anchas para desenredar el cabello de manera suave y gradual, comenzando desde las puntas y avanzando hacia arriba.

El principal enemigo del cabello natural es el calor, así que siempre que sea posible intenta dejar secar el pelo al aire libre e intenta no abusar del secadoras, planchas alisadoras o rizadoras.

Evita dormir con el cabello húmedo puesto que las extensiones podrían debilitarse, enredarse de forma brusca o adquirir malos olores. Trátalo con el mismo cuidado en como lo harías con tu propio pelo.

​Intenta evitar un exceso de contacto con el agua del mar o de las piscinas. Si lo haces utiliza productos anticloro o filtro solar.